Se encarga de prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades bucodentales que afectan a los niños y de guiar y supervisar su desarrollo para evitar futuras maloclusiones en la edad adulta.
Áreas clave:
EDUCACIÓN
El desarrollo de hábitos saludables desde la infancia es clave para prevenir problemas dentales en el futuro. Una higiene bucal adecuada, una dieta equilibrada y la corrección de malos hábitos pueden evitar caries, maloclusiones y la necesidad de tratamientos complejos.
Prevención con buenos hábitos
- El cepillado con pasta fluorada debe comenzar desde la erupción del primer diente.
- Es importante limitar el consumo de azúcar y evitar el uso prolongado de la lactancia materna, el biberón o chupete. Pequeños cambios en la rutina pueden hacer una gran diferencia en la salud dental a largo plazo.
- Hábitos como chuparse el dedo o el labio, interponer la lengua entre los dientes o respirar por la boca son más fáciles de eliminar si se identifican y se trabajan precozmente.
- Cepillado supervisado hasta los 7-8 años y repasado por los padres hasta los 5 años ayuda a garantizar una correcta limpieza y evitar caries, problemas de mordida y pérdida prematura de dientes de leche.
Concienciación y educación desde pequeños

- Crear rutinas divertidas con cepillos de colores, canciones o juegos ayuda a que los niños adquieran el hábito del cepillado.
- Los padres deben ser el ejemplo y acompañar a los niños en su higiene dental.
- Explicar de forma sencilla cómo los dientes sanos evitan molestias y tratamientos dolorosos. Cuando los niños entienden que sus dientes son importantes, es más probable que mantengan buenos hábitos toda su vida.
- Enseñar sobre alimentación saludable: Reducir el consumo de azúcar (bollería, zumos, chucherías) y fomentar alimentos que fortalezcan los dientes, como frutas y lácteos.
Visitas regulares al dentista
- ¿Cuándo debe ser la primera visita? A partir del primer año de vida o cuando salga el primer diente.
- ¿Cada cuánto deben ir al dentista? Al menos cada 6 meses para revisiones y control de higiene.
- El dentista ayuda a detectar caries tempranas, corregir problemas de mordida y aplicar tratamientos preventivos como flúor y selladores.
- La familiarización con el dentista desde pequeños evita miedos y ansiedad en futuras consultas.
TRAUMATISMOS
Los golpes en los dientes son muy comunes en la infancia, especialmente cuando los niños están aprendiendo a caminar o practican deportes. Un traumatismo dental puede afectar tanto los dientes de leche como los permanentes, por lo que es fundamental actuar rápido para evitar complicaciones.
Fractura o rotura de un diente
Qué hacer:
- Buscar el fragmento roto y guardarlo en suero, leche o saliva.
- Llamar y acudir al dentista lo antes posible.
Tratamiento:
- Si la fractura es pequeña: se puede restaurar con resina del color del diente.
- Si es profunda y afecta el nervio: puede ser necesario un tratamiento pulpar o endodoncia infantil.
Diente aflojado o desplazado
Qué hacer:
- Evitar que el niño muerda con el diente afectado.
- Consultar al dentista para evaluar si se puede recolocar.
Tratamiento:
- Si es un diente de leche: puede reubicarse o dejarse así si no afecta la mordida.
- Si es un diente permanente: puede necesitar una férula temporal para estabilizarlo.
Avulsión (Diente completamente salido)
Qué hacer:
- Si es un diente de leche: no intentar reimplantarlo (puede dañar al diente permanente en formación).
- Si es un diente permanente:
- Recoger el diente por la corona (sin tocar la raíz).
- Lavar con suero fisiológico o leche, sin frotar.
- Intentar reimplantarlo en su lugar original o, si no es posible, guardarlo en leche o saliva.
- Acudir al dentista en menos de 1 hora para mejorar la posibilidad de salvarlo.
Tratamiento:
- Si el diente ha sido reimplantado a tiempo, se estabiliza con una férula.
- Si no se puede salvar, se planificará un reemplazo en el futuro.
CARIES
- Caries incipiente: Remineralización con flúor.
- Caries moderada: Empastes con materiales biocompatibles.
- Caries profunda: Pulpectomía (tratamiento similar a «endodoncia infantil») o extracción prematura si no es viable salvarlo.
Mantenedores de espacio
Son dispositivos que se colocan en la boca de los niños cuando han perdido un diente de leche antes de tiempo. Su función es evitar que los dientes vecinos se muevan y dejen sin espacio al diente permanente que aún no ha salido. Si esto sucede:
- El diente permanente puede salir en una posición incorrecta.
- Puede causar apiñamiento y problemas de mordida.
- Puede requerir tratamientos de ortodoncia más complejos en el futuro.
Con un mantenedor de espacio, el dentista asegura que el diente definitivo tenga su lugar reservado cuando sea el momento de salir. El mantenedor de espacio se usa hasta que el diente permanente esté listo para salir. Es importante que el niño acuda a revisiones periódicas con el dentista para asegurarse de que todo sigue en orden. Un mantenedor de espacio puede hacer más leve o incluso evitar un tratamiento futuro de Ortodoncia.
ORTODONCIA INTERCEPTIVA
La ortodoncia interceptiva es un tratamiento que se realiza en niños en edad de crecimiento para prevenir y corregir problemas en la mordida y el desarrollo de los dientes antes de que se conviertan en problemas más serios. Esta fase se enfoca en guiar el crecimiento de los huesos maxilares y corregir hábitos dañinos.
¿Por qué es importante?
Si se detectan problemas a tiempo (generalmente entre los 4 y 10 años), se pueden evitar tratamientos más complicados en la adolescencia, como extracciones dentales o cirugías ortognáticas.
¿Cuándo es necesario el tratamiento interceptivo?
Es recomendable cuando el niño presenta:
- Mordida cruzada (los dientes superiores quedan por detrás de los inferiores).
- Mordida abierta (los dientes superiores e inferiores no contactan al cerrar la boca).
- Prognatismo o retrognatismo (desarrollo anormal del maxilar o la mandíbula, atrasados o retrasados).
- Falta de espacio para los dientes permanentes.
- Hábitos perjudiciales como succión del pulgar, respiración oral o interposición lingual.
Tipos de tratamientos interceptivos
- Avances mandibulares: Dispositivos que el niño puede quitar y poner, usados para guiar el crecimiento de la mandíbula.
- Aparatos fijos: Se adhieren a los dientes y ayudan a corregir problemas de mordida o alineación.
- Expansores palatinos: Ensanchan el maxilar superior cuando hay poco espacio para los dientes.
- Máscaras faciales: Usadas en niños con déficit de crecimiento en el maxilar o exceso de crecimiento en la mandíbula.
Beneficios de la ortodoncia interceptiva
- Evita tratamientos más complejos en la adolescencia.
- Corrige hábitos orales dañinos y mejora la respiración.
- Mejora la mordida y la función masticatoria.
- Favorece un desarrollo armónico del rostro y la sonrisa.
DEFECTOS DEL ESMALTE
- Hipoplasia del esmalte: Esmalte más delgado o con zonas sin formar, puede causar sensibilidad y mayor riesgo de caries.
- Hipomineralización molar-incisiva (HMI): Afecta principalmente a primeros molares y dientes incisivos, causando manchas blanquecinas o amarillas y sensibilidad.
- Fluorosis dental: Exceso de flúor durante la formación dental que provoca manchas blancas o marrones.
- Tratamientos: Selladores, remineralización y, en casos severos, restauraciones estéticas.
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